Caricaturistas comparten experiencias de censura y persecución

La libertad de expresión se encuentra bajo un asedio y una amenaza creciente y manifiesta de diversas formas que van desde la censura gubernamental, hasta la presión económica y la persecución en redes sociales; en esto coincidieron caricaturistas en la mesa “La caricatura y la libertad de expresión” en el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, en la edición 39 de la FIL.

Feggo, caricaturista mexicano que reside en Estados Unidos desde hace 43 años, contó que ha sido censurado de manera directa por parte de la administración del Presidente Donald Trump por un cartón, en el que se ve a dos personas aparentemente mexicanas presenciando el espectáculo del 4 de Julio desde el otro lado del muro que divide a México y ese país.

"Me doy cuenta de que estas políticas de estar censurando voces que no van de acuerdo con las políticas de esa administración es una cosa… Son ataques y son ataques contra la libertad de expresión y los derechos humanos en Estados Unidos. Yo llevo viviendo allá 43 años y nunca antes había experimentado algo así", comentó. 

Agregó que la presión económica funciona como mecanismo de censura indirecta, puesto que los medios de comunicación temen perder contratos o disminuir ventas si publican contenido crítico, en especial contra figuras de poder.

El caricaturista ecuatoriano Bonil, aseguró que el poder político puede diseñar una “arquitectura institucional y legislativa” solamente para controlar a los medios y reprimir la crítica. 

En su caso, hace una década fue el primer periodista en ser sancionado bajo una nueva ley de comunicación durante el gobierno de Rafael Correa. Dicha sanción no sólo lo obligó a rectificar su caricatura contra Correa, sino que también le impusieron una multa. 

Para Bonil, la caricatura que él practica es “periodística”, que exige estar bien informado y conocer ambos lados de las versiones antes de emitir un criterio; un trabajo que no se parece a lo que consideró como la “caricatura de barricada” o militante.

El caricaturista cubano Michel Moro compartió una anécdota que a su parecer refleja la censura de su país bajo un régimen de partido único, relacionada con un dibujo hecho durante la visita del Papa Francisco a Cuba.

“La caricatura no se publicó por el motivo de que, eso dijeron, el Papa era un poquito más alto que el pináculo de la Plaza de la Revolución. Y no, eso no podía ser, el Papa no podía ser más grande que eso. Y bueno, por esa tontería” la censuraron, contó.

Consideró también que esta censura es un ejemplo de la “arbitrariedad y el miedo” que caracteriza a los gobiernos autoritarios, donde la más mínima transgresión visual puede ser interpretada como un desafío al poder. 

Los artistas coincidieron en que el humor gráfico tiene que estar basado en la sensibilidad y el respeto para evitar ofender a grupos minorizados, o caer en el proselitismo.

Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 6 de diciembre de 2025

Texto: Prensa UdeG
Fotografía: Adriana González