Relación entre la ética y la IA es dialogada por la filósofa hispano-mexicana Carissa Véliz

Carissa Véliz, profesora en la Universidad de Oxford, habló sobre las consecuencias anti-éticas del uso de las inteligencias artificiales en tiempos contemporáneos

Como parte de las conferencias magistrales que forman parte de la Cátedra “Julio Cortázar”, la filósofa hispano-mexicana y profesora en la Universidad de Oxford, Carissa Véliz encabezó la charla “Entre la ética y la IA”, con el fin de crear un espacio de reflexión y análisis, cuestionando las consecuencias poco morales de su uso, así como las dudosas implicaciones que estas llevan consigo desde su creación y sus términos y condiciones. 

 

El doctor Antonio Ponce Rojo, Rector del Centro Universitario de los Altos (CUAltos), fue el encargado de presentar a Véliz, quien mundialmente es reconocida por la investigación y defensa de la privacidad humana y la libertad digital. 

 

“No todo el mundo está consciente de la manera en que las nuevas tecnologías limitan nuestra libertad, abriendo el portón de nuestra vida personal a las aplicaciones y algoritmos, modificando nuestras conductas”, declaró. 

 

Para adentrarse un poco más en conocer qué es la ética y qué relación tiene con los seres humanos, la profesora Véliz, destacó lo siguiente: “La ética es el estudio del buen vivir, nos hace preguntarnos qué tenemos que construir y aprender para vivir bien y para aprender a vivir bien hay que pensar en uno mismo, pero también en el otro, hay que tener curiosidad, algo que ninguna inteligencia artificial tiene”, dijo. 

 

Según explicó, los seres humanos, a diferencia de otras especies con vida, tenemos la capacidad de generar empatía con el otro y a su vez, aprender o experimentar cosas gracias a la cercanía que tenemos con los demás, de igual manera, como seres sociales, somos capaces de experimentar el amor o el dolor a través de las experiencias de los demás, sin necesidad de vivirlo por nuestra propia cuenta. 

 

Este modelo de aprendizaje “nutricional”, ha querido ser recreado por las inteligencias artificiales, quienes recolectan toda la información, sin ningún tipo de filtro, para poder alimentarse y acercarse cada vez al tipo de programa que se busca que sea.

 

Un algoritmo no siente nada, mucho menos empatía por ti. No conoce el calor de una amistad, el dolor de la guerra. Nunca ha sentido nada y por lo tanto, no puede ser un agente moral y nosotros, los usuarios, lo estamos tratando como si lo fuera”, declaró.

 

Sin embargo, esto no es sólo culpa del usuario, ya que, según comentó la filósofa, estas nuevas inteligencias están creadas para presentarse y responder como si fuesen una persona: “Te dice que está feliz de verte, de ayudarte, cuando no hay nadie detrás de esa pantalla. Está diseñada para mentirnos, brindarnos información de manera rápida, aunque esté plagada de mentiras, lo que suele atraernos mucho, ya que, la verdad es menos digerible”.

 

La filósofa recalcó como, en los últimos meses, hemos visto como jóvenes adolescentes utilizan inteligencias artificiales como Chat GPT, como asistentes emocionales o terapeutas, sin embargo, al ser una base de datos y no un profesional de la salud mental, la IA puede arrojar más de diez formas de suicidarte sin dolor, llevando a los jóvenes a tomar decisiones fatales respecto a su vida. 

 

Entre otras implicaciones éticas cuestionables de la IA, se encuentra el exceso de recursos naturales como el agua, necesarios para su funcionamiento, así como la larga lista de términos y condiciones que debe ser aceptada por el usuario para poder utilizarla, lo que Véliz considera una violación al consentimiento y un notorio diseño antiético

 

“La ética es un buen diseño, un buen diseñador experimenta en busca del bienestar, un producto ético debe proteger al usuario”, mencionó. 

 

“¿Qué podemos hacer? Ser conscientes de que cada que utilizamos la IA, decidimos que esta comience a moldear el mundo que nos rodea. Nuestra obligación es pedir regulaciones a nuestros gobiernos y esto no es nuevo, todas las tecnologías que han pisado este planeta han sido reguladas desde la moralidad y la ética, incluso el automóvil. Es nuestra obligación hacerlo porque estas han sido desarrolladas sin pensar en la autonomía humana, es manipuladora, roba datos y sobre todo, no considera la verdad”, mencionó.

 

         

Atentamente: 
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 4 de septiembre de 2025

 

Texto: Anashely Fernanda Elizondo Corres
Fotografía: Iván Lara González