Especialistas hablan de la importancia de verbalizar el sonido, en el FICG 40

El trabajo sonoro debe iniciar desde las etapas de preproducción, señaló el periodista cultural Julián Woodside

Antes de ser realizadoras o realizadores cinematográficos; diseñadoras o diseñadores sonoros, hemos aprendido a ser escuchas en un contexto situado en una época, en un ámbito cultural, para de ahí empezar a identificar las sonoridades; esto lo expresó Julián Woodside, maestro y periodista cultural, al tomar parte en el panel “El otro elemento: el sonido en el cine, conceptualizar, producir y posproducir”, que formó parte de las actividades del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), en su edición 40.

 

“Desde los pequeños elementos de representación ya estamos construyendo empatía con el público, y entonces hay que pensar, a final de cuentas, en cuál es la audiencia, cuáles son sus códigos, cuáles sus convicciones, cuáles sus expectativas. El cine de terror, por ejemplo, no es lo mismo musicalizarlo con cuerdas o con rock pesado, a con frecuencias electrónicas”, declare Woodside.

 

En el panel, realizado en el Conjunto Santander de Artes Escénicas, dijo que a lo largo del tiempo van cambiando las estéticas, las formas del diseño sonoro y eso, al final, como parte de la construcción narrativa, permite pensar en tiempos y espacios.

 

“Es importante considerar que en el diseño sonoro estamos acostumbrados a narrar no sólo con palabras, no sólo con ideas, sino también mediante la suma de sonidos; tiene que ver con qué elementos agregamos, qué elementos quitamos, cómo los reconfiguramos. Una cosa bien importante de las narrativas audiovisuales es cómo se puede jugar con el sentido para no siempre representar con la misma crudeza las cosas; a veces se puede decir más con menos; a veces se pueden construir mensajes muy potentes, sin decir absolutamente nada”, añadió.

 

El artista sonoro César Juárez-Joyner habló de la importancia de saber escuchar, especialmente cuando se trata de hacer cine, y esta parte en ocasiones se olvida o se deja hasta el final, cuando lo ideal sería que fueran de la mano con la producción.

 

A la hora de hacer cine, es lo último, la carpeta del final, y eso es horrible en muchas dimensiones; también es lo último en el presupuesto, y la cadenita sigue”, subrayó. 

 

Dijo estar convencido de que existen dos tipos de escuelas de hacer música para cine y la mejor, a la que pertenece, es la que se rige bajo el argumento de que la mejor música para cine es la que no hay.

 

“Yo pienso que hay películas que suenan, y películas que no. Todo parte de la historia, y hay una interrelación. Los directores jóvenes se preguntan cómo suena su película, y eso nos va a llevar a varios temas. Es importante hablarlo desde el primer momento, porque como directores y como productores estas preguntas nos van a permitir darle forma”, precisó.

 

El técnico de sonido Odín Acosta compartió que está en la parte de su carrera en la que siente que puede verbalizar lo que quiere que suene, y en ese diálogo de comunicación con la directora o el director de un proyecto audiovisual, llegas a un lenguaje único.

 

“Acompañamos desde ese lugar, que es un tanto abstracto y con el ánimo de que el diálogo siga. Tenemos que seguir aprendiendo a escuchar, porque si bien nosotros y varios colegas aquí tenemos el oído muy entrenado para lograr que esto suceda, a veces son cientos de sonidos o de capas, o de procesos”, señaló. 

 

Carlos Cortés, ganador del Oscar en 2021 por Mejor diseño sonoro, resaltó que es vital conceptualizar el sonido, el cómo verbalizarlo hasta llegar a un consenso de alguna manera y poder materializarlo. 

 

“A veces, también es sumamente complejo. Todavía estamos buscando un lenguaje apropiado, quizá no lo tengo tan desarrollado, pero creo que desde ahí es muy importante conceptualizar el sonido ateniéndose a las licencias o no del género, o de lo que pida el proyecto”, dijo. 

 

Otra parte importante, explicó, es generar el interés continuo de la audiencia en lo que se está proyectando, o al menos emitiendo, y en ese sentido consideró que hay cosas fundamentales, como la parte teórica de cómo se pueden perfilar las ideas.

 

“De cómo verbalizarlo y decir estos son los elementos que me podrían funcionar y que tengo que producir, para que a la hora que tenga que conjugar todo el Proyecto poder llegar a ese resultado”, subrayó.

 

 

Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 10 de junio de 2025

 

Texto: Laura Sepúlveda Velázquez
Fotografía: Adriana González