Las ideas y el legado de Hannah Arendt a 50 años de su partida
En el programa de FIL Pensamiento se realizó la mesa de diálogo “El peligro de no pensar. A 50 años del fallecimiento de Hannah Arendt”, con la presencia del profesor de la Nueva Escuela de Investigación Social de Nueva York, Andrew Arato y las filósofas, escritoras e investigadoras María Pía Lara Zavala y Fina Birulés, bajo la moderación del Vicerrector Ejecutivo de la Universidad de Guadalajara, doctor Héctor Raúl Solís Gadea.
El propósito principal del panel fue dialogar sobre el resurgimiento de los autoritarismos, la banalización de la verdad y de las sociedades, y cómo éstas enfrentan desafíos como la desinformación y la polarización. En este sentido, las ideas de la filósofa e historiadora Hannah Arendt respecto a la necesidad de un juicio crítico y una ciudadanía activa, cobran renovado significado.
A medio siglo de su partida, los participantes plantearon cómo el legado de Arendt desafió el papel de los individuos dentro de las comunidades, tomando en cuenta el diálogo y la acción como pilares esenciales para la construcción de un espacio público compartido, reflexionando si en este momento es posible lograr un futuro donde la dignidad y la responsabilidad humanas vuelvan a ocupar un lugar central en las sociedades.
Solís Gadea habló sobre los últimos momentos de Arendt y ponderó su historia de vida como migrante exiliada por la Segunda Guerra Mundial, lo que la llevó a tratar de entender el totalitarismo y la política global.
“Ella se convirtió en la mejor filósofa del siglo XX. Algo que distingue su trabajo es la importancia que le atribuía al pensamiento. Tiene una trayectoria muy abundante y una obra que se puede revisar desde muchos puntos de vida. El equipo de FIL Pensamiento buscó homenajear estas ideas en estos momentos tan críticos para el mundo”, declaró.
Andrew Arato definió a Arendt como una escritora productiva y llena de temas transformadores y revolucionarios que continúan permeando la pluralidad del pensamiento filosófico y crítico contemporáneo.
“Siempre encontré relevante su manera de percibir la transformación y la revolución dentro de la sociedad estadounidense, y también tomando en cuenta aquellas sociedades oprimidas de Europa. Ella fue una defensora de la revolución estadounidense de los años 60, fue muy crítica con ella, con la pobreza y la esclavitud. Su influencia es notable en la filosofía contemporánea y dejó para nosotros diversas preguntas sobre cómo debe ser y pensarse el cambio y la revolución. En el contexto actual y las necesidades internacionales, su voz resuena”, subrayó Arato.
La profesora María Pía Lara Zavala puntualizó sobre los pensamientos de Arendt sobre Palestina, el sionismo, el judaísmo, el nacionalismo y el totalitarismo.
“Esos trabajos pueden hacernos ver lo que ella buscaba verdaderamente para los judíos, criticada incluso por empatizar con sus verdugos. Entendió que el sionismo era la única arma política para defensa de los judíos en los años 20 y 30 del siglo pasado, lo que le permitió reconocer la política detrás de la guerra y logró concebir la falta de visión política del pueblo judío. Se dedicó a estudiar y criticar el sionismo, que identificó como una vanguardia política para poder defenderse como judía”, mencionó.
Lara Zavala, sin embargo, recalcó cómo el tiempo y el estudio hizo ver los avances del totalitarismo sustentado por el sionismo: “Arendt quería buscar la alternativa de no pensar a los judíos como víctimas, sino como agentes políticos, criticando la jeraquización de la sociedad judía y buscando crear una nueva comunidad política entre árabes y judíos; para ella, debían ser reconocidos por iguales, creía en un estado binacional que evitaría conflictos”, agregó.
Fina Birulés afirmó que Arendt sabía del poder del pensamiento, de lo que puede causar, así como la fuerza que conlleva la colectividad y la construcción de agentes políticos dentro de las sociedades contemporáneas.
“Sus ejercicios se movían entre el pasado y el futuro, contenían críticas y experimentos. Esos ejercicios eran gestos en favor del mundo, y su mundo no era un equivalente de la tierra y la naturaleza, estaba apegado al artificio humano y su pensar. Se trata de un mundo humano en el que ella sabía que se compartían perspectivas diferentes”.
“Arendt nos invita a ver el mundo como un espacio de relación, como una escena pluritaria, donde la libertad puede aparecer. Estamos vinculados sin haberlo querido, en un mundo que existía antes de nosotros, por lo tanto, el poder de adaptación es la clave para los procesos de relación humana”, dijo.
“Es importante no abandonar a los escritores y pensadores que nos han formado. No es necesario empezar todo de nuevo, podríamos decir que pensamos a partir de palabras herederas y hacerlo a través de Arendt es poner por delante la crítica y repensar lo ya pensado”, concluyó.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 1 de diciembre de 2025
Texto: Anashely Fernanda Elizondo Corres
Fotografía: Edgar Campechano Espinoza
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