Gonzalo Celorio recibe en FIL el Homenaje al Bibliófilo “José Luis Martínez”
Nacido en la Ciudad de México en 1948, Gonzalo Celorio se ha consolidado como uno de los escritores y editores contemporáneos más reconocidos del país, además de haber sido director del Fondo de Cultura Económica, Secretario Académico del Colegio de Letras, Director de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y actualmente encabeza la Academia Mexicana de la Lengua (AML).
Ahora, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) celebró su mérito en el arte de la bibliofilia con el Homenaje al Bibliófilo “José Luis Martínez”, por ser un “lector ávido, erudito y, sobre todo, defensor de la sabiduría que entraña el libro”. En años pasados, este homenaje ha sido otorgado a grandes personalidades de la literatura como: Carmen López-Portillo, José María Murià y Alberto Ruy Sánchez, por mencionar a algunos.
El Director de la FIL, maestro José Trinidad Padilla López, destacó este homenaje como uno de los más entrañables de la feria, creado en 2001 para celebrar a quienes “encuentran placer entre los libros, en la apreciación de la encuadernación” y que preservan la memoria impresa del mundo.
“Hoy rendimos homenaje a una personalidad cuyo nombre es sinónimo de servicio a las letras y quien, por cierto, este año resultó ganador del Premio Cervantes de Literatura. Hoy celebramos su excepcional biblioteca, la cual refleja su amor por la literatura hispanoamericana, con piezas raras que no existen en ningún otro lugar. Este homenaje honra tu rigor, legado y vida entre libros”, declaró Padilla López.
Luis García Montero, Director del Instituto Cervantes, enalteció el trabajo de Celorio, quien colaboró en diversas ocasiones con dicha institución: “Si yo tuviese que elegir una palabra para definir el mundo de Gonzalo, sería la palabra ‘memoria’. En los libros existe el pasado y el presente que habitamos los lectores y un futuro que entre todos los lectores podemos compartir, y justo en esos renglones persiste la memoria. Para mí es una alegría poder participar en este reconocimiento y en mi admiración también persiste su amor por los libros”, dijo.
El doctor Sergio López Ruelas, Director del Sistema Universitario de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, confesó admirar profundamente la recolección y cariño de Celorio por los libros, así como su empeño por conservar, mediante los libros, la historia, anécdotas y deseos.
“Don Gonzalo señala que su casa es una cocina, un baño, una habitación, y lo demás una biblioteca. Amar los libros también es amar lo que los hace posibles; el pensamiento, la pasión y el conocimiento. Gracias por enseñarnos que leer es una forma de vivir. Hoy la FIL rinde homenaje a quien ha hecho del libro su patria y su destino, y a quien nos recuerda que la palabra es una forma de hospitalidad, porque en ella cabemos todos”, subrayó López Ruelas.
“Gonzalo Celorio puede responder a la afición de coleccionar libros, pero su vínculo con éstos rebasa, por mucho, la definición de bibliófilo. Tal ha sido su presencia en el mundo del libro, su culto, su devoción y cuidado han sido parte esencial de su existencia”, declaró el escritor y poeta Fernando Fernández.
En su discurso de agradecimiento, Gonzalo Celorio contó cómo su gusto por coleccionar y mantener sus libros propios proviene del comenzar a leer libros ajenos, de sus hermanos y bibliotecas, los cuales no podía llevar consigo, ni subrayar o releer: “Es un vicio y no una virtud que ha convertido mi casa en una biblioteca, donde apenas tengo espacio para dormir y cocinar. Como los seres vivos, los libros nacen y se reproducen, pero, a diferencia de ellos, no mueren nunca”.
Para el autor de las novelas Amor propio y Los apóstatas, entre otras, existen pocos placeres tan satisfactorios como leer un libro propio, el cual se convierte en un amigo fiel al que se puede recurrir en cualquier momento y que guarda un silencio prudente y discreto.
“Los libros nos dan la espalda, sólo vemos sus lomos; nosotros los liberamos de su cautiverio y los acariciamos delicadamente. Incluso, aquellos libros que no leeremos nunca, siguen siendo una esperanza a un nuevo mundo”, dijo.
Sobre la lectura mediante libros digitales versus el libro físico, Celorio refirió: “Siempre echo de menos la gravitación del libro entre mis manos. Siempre quiero conocer, con sólo hojearlo, su extensión, cuántas llevo leídas y saber si continuo mi lectura o la interrumpo. Amo los libros, sus encuadernaciones, sus tejuelos y las costillas de los lomos; amo la nomenclatura editorial. Amo mis libros. Los que han sufrido en sus páginas y los que todavía huelen a tinta. Los que se meten sin permiso en las palabras que escribo y los que encuentro sin necesidad de buscarlos. ¿Cómo no amar los libros, si son los que me han echado a andar la vida?”.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 2 de diciembre de 2025
Texto: Anashely Fernanda Elizondo Corres
Fotografía: Edgar Campechano Espinoza
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